Por qué no saldía con un tío que dice LOL

Flirt-why-i-wont-date-a-guy-who

La mayoría de la gente, tiene una serie de preferencias que buscan cuando tratan de encontrar pareja. Algunos lo llaman “tipo” mientras que a otros les dan igual las cosas específicas de sus citas, siempre que sea una buena persona y haya química. ¿Suficiente, verdad?

Vamos a compartir contigo una historia sobre una mujer que tiene una regla peculiar con la que es absolutamente inflexible. No sale con un hombre que tenga mala gramática (podemos entenderlo), pero tampoco saldría “nunca con un hombre que dice lol”, incluso aunque eso signifique que tiene que salir con “un hombre que cecea, tiene dos ojos vagos o lleva zapatos de vestir con vaqueros”.

Antes de que empieces a agitarte, esta mujer es totalmente consciente de que probablemente suena snob, mezquino y un poco demasiado arrogante, sin embargo, ella se mantiene como firme defensora de que los malos texto están conquistando nuestra lengua y nos está reduciendo a un grupo de “empalagosos emocionalmente incontinentes”, como diría Janice Turner de Times.

LOL (laughing out loud para los que no lo sepan) aparece en el Oxford English Dictionary en 2011, como abreviatura que consiste en las primeras letras de un nombre o expresión. Frases similares incluyen: TMI (demasiada información), IMO (en mi opinión) y la más usada de todas YOLO (solo vivirás una vez). Estos acrónimos son comunes gracias a la forma en que nos comunicamos en las redes sociales y similares. Sea como sea, esta mujer y muchas otras personas, no reconocen estos acrónimos con un reemplazo lícito de las palabras o aun pero, de las emociones humanas.

Esta vagancia es molesta, pero también demuestra que no hay reflexión en lo que se dice en una conversación. Esta mujer (y muchas otras personas con educación de todo el mundo) se enfadan cuando la gente abusa de los emoticonos, emojis, crea hashtags sin sentido o actualiza sus estados con algo estúpido que no tiene que ver con nada qué esté pasando.

Compartió una conversación (si quieres considerarla como tal) que vio en Twitter recientemente.

Chica: OMG. Los chicos son TAN frustrantes #problemasdechicas *emoticono de enfado*

Chico: ¿Por qué somos frustrantes? Lol *emoticono guiñando el ojo*

Este tipo de conversación es deprimente y no tiene sentido a muchos niveles. No hay puntuación y está lleno de acrónimos y emoticonos. Aunque se entiende que solo tienes 140 caracteres para completar un pensamiento completo y coherente, debería haber algo más que eso. Tiene que haber algo mejor que ese hashtag, un par de emoticonos y abreviaturas, ¿verdad? Pero, ¿dónde está?

Si usas LOL como una expresión estás tomando libertades. Después de todo, antes de la tecnología, ¿cómo expresabas que algo era fantástico o te enfadaba? No ibas por ahí quejándote y poniendo caras sin tener una conversación que indicase claramente lo que pasaba por tu cabeza. De hecho, probablemente dabas voz a tus preocupaciones en frases claras y bien pensadas. Tomabas conceptos como el humor, rociado de ironía, sarcasmo, sátira, parodia, payasadas patéticas y trivialidades para ayudarte a hacer saber a alguien aquello que te distraía. Así que con algo tan complejo, ¿cómo puedes reducirlo a tres o cuatro letras?

Otro problema es la ambigüedad que se usa para esconder emociones. Por ejemplo, podrías insultar a alguien, pero asumir que no tiene importancia añadiendo “era broma, lol” al final. La gente cree que ese LOL siempre estará ahí para reducir la fuerza de las malas cosas, cuando en realidad es un frágil intento como mucho.

¿Alguna vez has formado parte de una conversación en la que alguien dice algo legítimamente con lenguaje de SMS? Por ejemplo, que en vez de decir “oh Dios mío” diga “OMG”. Las generaciones más jóvenes creen que es normal y aceptable como forma de comunicación, pero créenos cuando decimos que no lo es y pareces estúpido.

Así que en resumen, cuando creas que estás siendo inteligente o irónico diciendo “LOL” o alguna otra de esas abreviaturas en lugar de una palabra o frase, piénsatelo otra vez antes de darle al botón de enviar. Ahórrate la vergüenza.